jueves, 14 de octubre de 2010

En los comienzos de una nueva experiencia


Aquí empieza mi particular aventura gastronómica con vosotros. Sed Bienvenidos.

Me presentaré: Soy Javier, vasco de nacimiento (Barakaldetarra), Vallisoletano de adopción (Valladolid-España), Director de Fotografía de cine y fotógrafo. Me encanta cocinar para los demás, no soy profesional, solo un aprendedor de alquimia, a veces fotográfica y gastronómica en ocasiones. Siempre enredando con nuevas imágenes y sabores. En la cultura vasca existen las llamadas sociedades gastronómicas, que no son más que grupos de amigos que se juntan en unos locales, muy bien acondicionados, para comer y beber (y cantar, por supuesto) lo que ellos mismos cocinan y componen, los gastos se sufragan mediante cuotas. En otros países y culturas (EE.UU por ejemplo) hacen algo muy interesante: A modo de restaurante ilegal se juntan en las casas (normalmente de inmigrantes) clientes para comer a muy buen precio la comida casera cocinada por los dueños de la casa. Nunca les faltan clientes, aún a riesgo de ser multados por ser una actividad ilegal. En Latinoamérica son muy comunes e, incluso, necesarios. Estos "antirestaurantes" (llamados así por su carácter precario, no por ir en contra de la restauración) son especiales en el trato y en la comida, son muy familiares y el cliente se siente como en casa (literalmente). Pues bien, hay una actividad que ha ido creciendo en internet que son los clubes de cenas o reuniones de este tipo. Pretendo hacer de mi casa, precisamente, uno de ellos.
¿Cómo funcionará mi (anti)restaurante? Sencillo, haré una convocatoria mediante este blog u otros medios, con un mail de contacto, en el que se especificará fecha y lugar de la cena, con descripción del menú, precio y chef que cocinará (¿o debería decir antichef?). Los comensales serán incógnita y el número será el adecuado para estar cómodos en mi piso. Esa es mi idea. Eso quiero hacer. Todo esto sería muuucho más divertido si existieran más antirestaurantes, un especie de red social de este tipo de forma de comer. Todo se andará. Desde aquí os animo a secundar la idea. Las ventajas son evidentes: sobremesas no apresuradas por el cierre del local, posibilidad de conocer personas interesantes, (ya tengo pensada una cena especial solter@s) nuevos sabores, muy bien de precio y... alguna que otra sorpresa.
Pues lo dicho... este es vuestro blog y espero que lo uséis. Permaneced atentos a la primera convocatoria, ¡¡¡voy calentando pucheros!!!!





2 comentarios:

  1. Me parece muy apetitoso, si necesitas un anti chef que eche una manita ya sabes que aunque no soy vasco, je je, no se me da mal la cosa del puchereo y demas. Un abrazo.

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  2. Gracias Mogo, tomo nota, apuntado. Suscríbete al blog y estarás puntualmente informado. Salud!!

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